Termostato

Controlar la temperatura de casa sin sistemas de climatización

A mucha gente le da reparo encender el aire acondicionado en verano, o se tapan con cinco mantas con tal de no tener que encender la calefacción cuando la temperatura baja. Por ese motivo, aquí os traemos algunos trucos para que podáis atrasar lo máximo posible el tener que encenderlos.

Qué hacer cuando la temperatura baja

Hay bastantes maneras en las que podemos mantener nuestra casa algo más templada en invierno sin tener que ponernos forros polares, bufandas y cinco pares de calcetines. 

La más común sería poner alfombras, ya que la mayor parte del calor de una casa se pierde por el suelo (especialmente si es de materiales como el mármol o la cerámica). ¿Y a quién no le gusta caminar en un suelo calentito después de llegar de la fría calle? Aun así, hay algunas alfombras que nos aíslan mejor que otras, pero ¿qué tipos de alfombras son las mejores para invierno?

Las alfombras de lana serían una buena opción. Son cálidas y cómodas para pisar, por lo que es perfecta para invierno. Además, la lana es una fibra higroscópica, que quiere decir que ayuda a estabilizar la humedad, absorbiéndola o liberándola según sea necesario.

Las de algodón también podrían ser una buena opción, y son de las que más se utilizan. Y es que tiene un tacto muy agradable, perfecto para andar por encima. Estas también absorben la humedad, por lo que nos ayudarán a combatir ese frío húmedo que cala hasta los huesos.

Salón con alfombra para mantener una temperatura templada

Dejando las alfombras atrás, uno de los métodos más comunes para controlar la temperatura de una habitación es abrir y cerrar las persianas, ventanas y cortinas en horas controladas. Por eso, las abriremos en las horas más cálidas del día para que el calor entre, y las cerraremos cuando empiece a refrescar. Si hacemos esto, también tenemos que tener en cuanta la orientación de la casa: si a una zona de la casa no le da el sol, no entrará calor.

Pero, claro, si ponemos una alfombra en la cocina puede absorber los olores de lo que cocinamos, o ensuciarse muy fácil. Y algunas cocinas no tienen persianas ni cortinas. Entonces, ¿qué hacemos para calentar una cocina?

Bueno, en la cuarentena mucha gente ha hecho bizcochos, tartas, pan… Si después de cocinarlos dejaran la puerta del horno abierta, el calor del horno saldría y calentaría un poco la cocina (además de que al comerse el pan recién hecho entrarían en calor). Pero si con eso no es suficiente, se puede poner agua a hervir y dejar la tapa de la cazuela abierta. Así el vapor caliente saldría y calentaría la cocina. Y en el baño también se puede aprovechar el vapor de la ducha para calentarlo.

Cómo combatir el calor

Sea por motivos ambientales, económicos o porque utilizarlo reseca la garganta, no es raro que la gente intente no utilizar el aire acondicionado hasta que es completamente necesario. ¿Cómo lo hacen?

Igual que en el caso del frío, lo más fácil es abrir las ventanas cuando no hace tanto calor y cerrarlas cuando da el sol. Se pueden abrir al atardecer y cerrarlas a la mañana, siempre que nos despertemos antes de que empiece a hacer calor. Así nos despertaremos con una temperatura agradable que, manteniendo cerradas las persianas, podremos mantener durante casi todo el día.

Si el problema es que ya hace mucho calor en casa y queremos enfriarla enseguida, podemos intentar crear corrientes. No es tan efectivo como abrir las ventanas de noche pero puede refrescarlas un poco. Pero solo abriremos las puertas cuando queramos crear corriente. Si no, las mantendremos cerradas para mantener el frío de cada habitación.

Poner plantas también puede ser una buena opción, ya que ayudan a que haya más humedad y además bajan la temperatura. Por ejemplo, el aloe vera o el ficus pueden refrescar bastante el ambiente, y si de noche también hace mucho calor, se puede optar por una Sansevieria, que emite oxígeno a la noche.

Y, ¿quién no se ha frustrado cuando ha puesto el ventilador y solo le ha dado aire caliente? Bueno, hay un truco muy fácil para solucionar eso. Simplemente hay que poner hielos junto al ventilador. Sí, como lo lees, así de fácil. 

También conviene utilizar bombillas LED. ¿Por qué? Muy sencillo. Las bombillas normales utilizan el 90% de su energía en calentar la bombilla, y sólo el 10% en emitir luz. Vamos, que se calientan mucho, y ese calor se puede extender por la habitación. Sin embargo, las LED no se calientan tanto. Además, como las bombillas convencionales gastan tanta energía en calentar, tienen menos vida útil. Así que, utilizando LEDs, además de ahorrar en aire acondicionado, también ahorras en bombillas.