¿Cortina o estor?

Cuando decoramos una habitación siempre nos surge una duda; ¿qué usamos cortina o estor? Está claro que cada una de ellas tiene su función y cada una te aporta una cosa u otra.

Unifica y vencerás: En grandes ventanales contiguos, apostar por una sola barra es la opción más cómoda y decorativa. 

Todo a juego: Al elegirse a juego con la tapicería de las sillas, se ha creado una atmósfera más serena e integrada.

Luz e intimidad: Los estores son la mejor opción para regular al máximo la entrada de luz y el grado de intimidad, ya que puedes decidir subirlos más o menos según las necesidades. Las cortinas por el contrario no.

Doble cortina: Son una opción muy práctica para regular la entrada de luz. Reserva para la zona superior una tela más tupida que para que frene la entrada de la luz y de intimidad y para la de base elige una tela vaporosa poder filtrar la claridad.

ventana con cortinas

Sin obstáculos: Un estor es la opción más práctica cuando tienes un mueble junto a la ventana

Gana altura visual: Si colocas la barra de la cortina tocando el techo puedes ganar altura visual.

Muy cómodo: Si tu zona de trabaja está debajo de una ventana la mejor solución es usar un estor; te servirá para graduar la entrada de luz y podrás trabajar tranquilamente.

Con movimiento: Si no quieres que las cortinas queden demasiado rígidas y estáticas, elige telas vaporosas y poco pesadas.

Minimízate: Si eliges cortinas de un tono similar al del tono de las paredes estas pasarán desapercibidas y se podrán “fundir” con la decoración

Combinar cortinas y estor: Una de las opciones es combinar ambas opciones, si decides hacer esto usa la misma tela en ambos y así las dos se verán integrado y parecerán solo uno.

Cortinas, siempre a la moda

La versatilidad de las cortinas es enorme. En función de la tela que elijas pueden recrear atmósferas elegantes y sofisticadas u otras más informales y desenfadadas.

Pros: por qué sí elegir las cortinas

  • Se adaptan a todo tipo de ventanas. Poco importa que sean correderas, balconeras, practicables u oscilo batientes. Con cualquier tipo de ventana podrás abrirlas sin problemas.
    Ideales en grandes ventanales. Resultan muy decorativas y la opción más práctica, sobre todo si optas por rieles, ya que, sin importar el peso de la tela, podrás abrir y cerrar la cortina con total comodidad
  • Son todoterreno. Aceptan todo tipo de telas, desde las más vaporosas y ligeras hasta las más tupidas
  • Fáciles de renovar. Basta con añadirles un faldón o un encabezado para que la cortina parezca otra.
  • Las hay confeccionadas. Firmas de decoración y de ropa del hogar, como Ikea o Zara Home, ofrecen cortinas ya confeccionadas a precios muy económicos. Es comprar y colgar.
  • Por su efecto aislante. Si eliges una tela tupida y el largo de la cortina es generoso, apoyándose holgadamente en el suelo, disfrutarás de un plus de aislamiento térmico e incluso acústico.

Contras: por qué no elegir las cortinas

Mucha tela. En general, se necesita casi tres veces más tela que para confeccionar un estor, lo que aumenta considerablemente el presupuesto.
Se comen centímetros. Cuanto mayor sea el ventanal y con más cuerpo la tela, más espacio necesitarás. En este sentido, no son la mejor opción si pocos metros.
Menos superficie acristalada. Al recogerse en los laterales de la ventana, es habitual que las caídas se solapen con el cristal, reduciendo unos pocos centímetros la superficie acristalada y con ello la entrada de luz.
¿Lavadora o tintorería? Si las cortinas son muy grandes es probable que no te quepan en la lavadora. Y cada visita a la tintorería implica un gran desembolso que no todos nos podemos permitir.

Estores, la opción más ligera

Son una alternativa decorativa, ligera y actual a las cortinas. Aunque existen diferentes tipos de estores, se imponen el tipo “paqueto” que al ir sin varillas tienen un look más natural y no tan rígido y estático como ocurría con los plegables.

Pros: por qué sí elegir los estores

  • Para pocos metros. Al quedar muy pegados a la ventana, resultan muy ligeros siendo ideales para habitaciones pequeñas.
  • Más económicos. La tela es lo que encarece más la confección de un estor o una cortina. Y los estores necesitan menos tela que unas cortinas, por lo que suelen ser más baratos.
  • Regulan mejor el paso de la luz. Al desplegarse de forma vertical, puedes graduar mejor la entrada de la luz que con unas cortinas.
    Fáciles de lavar. Sobre todo, los tipo paqueto que al no tener varillas, son fáciles de quitar para meterlos a la lavadora.

Contras: por qué no elegir los estores

  • Poco prácticos. Si tienes ventanas balconeras, practicables u oscilobatientes los estores no son la mejor opción, ya que acaban siendo un obstáculo para abrir y cerrar la ventana.
  • Espacio para recogerse. Si las cortinas necesitan unos cm para recogerse en los laterales, los estores lo necesitan en la parte superior, por lo que deberás contar con un espacio libre entre el techo y la ventana para que el estor quede plegado.