Tipos de pintura para cambiar tu casa de manera sostenible
Cada vez más gente se preocupa por cuidar el medio ambiente desde casa, cerrar el grifo cuando no lo utilizamos, reciclar la basura, utilizar bolsas y redes reutilizables para hacer la compra… Pero, ¿cómo podemos cuidarlo al comprar pintura para nuestra casa?
¿Qué es la pintura ecológica?
La mayoría de las pinturas que se compran, tienen (entre otras cosas) compuestos orgánicos volátiles (COV). Eso son sustancias químicas que tienen carbono y se convierten fácilmente en vapores o gases. Un ejemplo de este tipo de sustancias es la acetona, que puede liberarse hasta cinco años después de pintar. Los COV son malos tanto para la salud como para el medio ambiente.
La pintura ecológica no contiene ese tipo de compuestos, ya que se realizan con productos de origen mineral o vegetal que no contaminan. Por esos mismos ingredientes, son sostenibles y biodegradables, y más seguros para las personas que puedan tener alergia o sensibilidad a los productos químicos. También tienen menos olor que la pintura convencional y tienen cualidades higroscópicas que nos ayudarán a regular la humedad de la casa. Dependiendo de la marca y el tipo de pintura, puede que nos encontremos con algunas ignífugas o que repelan el polvo.
Pintura de cal
Empezamos fuerte. La pintura de cal podemos usarla tanto en interiores como en exteriores, pero ese no es su mayor beneficio. La mejor parte de este tipo de pintura es, que además de pintar, limpia (es bactericida y fungicida). Además, al dejar una película de carbonato cálcico, es transpirable, lo cual nos ahorrará problemas de humedades.
Para utilizarla, necesitamos un soporte limpio, seco y poroso. Si debajo tenemos pintura plástica tendremos que lijarla antes de pintar, para abrir el poro y que la que apliquemos ahora se adhiera mejor. Normalmente se necesitará más de una mano, y esperaremos un mínimo de cuatro horas entre mano y mano. Al final, quedará con un resultado mate y sedoso. Y si nos ensuciamos pintando, no hay ningún problema, ya que se puede quitar con un trapo húmedo. Sin embargo, tendremos cuidado de no utilizar productos químicos para evitar reacciones.
La parte mala de este tipo de pintura es que no podríamos utilizarlo en cocinas, ya que igual que absorbe el agua, también puede absorber el aceite o las bebidas. Sí que podríamos utilizarlo, por ejemplo, para limpiar el techo de la cocina (si sabemos que no se va a ensuciar), y puede que incluso ayude a que no haya olores.
Pintura de silicato
Es una pintura que tiene como base el silicato potásico. Es muy recomendable para el exterior, ya que tiene mucha resistencia. Se endurece mediante un proceso que se llama silicificación. El mineral reacciona hasta endurecer cuando el soporte es mineral, y es como si se petrificase. Eso la convierte en transpirable, como la pintura de cal. Además de eso, como el pH es muy alto, los microorganismos no pueden sobrevivir y se convierte en hipoalergénica.
En este caso también tendremos que quitar toda la pintura plástica que tengamos debajo para poder pintar. Pero antes de empezar a pintar, tendremos que aplicar una imprimación para que haga de “puente”. Quitando eso, podemos pintar sin necesitar ayuda de profesionales.
Al igual que la de cal, también podría absorber aceites y no podríamos pintar en cocinas, porque se ensuciaría muy fácilmente.
Pinturas de arcilla
Están hechaa con una mezcla de arcillas de distintos colores y polvo de mármol. En este caso, hablaríamos de una pintura de interior.
Son muy fáciles de limpiar. Si bien cuando están secas no sueltan polvo ni ensucian, cuando se mojan vuelve a ser pintura. Por eso, aunque se ensucie con bolígrafo podremos lavarlo sin problema: solo necesitaremos un trapo húmedo.
Además, en este tipo de pintura quizás podríamos pintar sobre pintura plástica sin necesidad de lijar. Siempre conviene hacer una prueba para ver si agarra bien o no. Como parte mala, tendríamos que mencionar que, una vez más, no conviene pintar en cocinas y baños.
Pinturas vegetales
También conocidas como pinturas orgánicas, están compuestas por ingredientes naturales, que pueden ser agua, aceites o tintes vegetales, cera de abejas… Aunque hay algunas marcas que hacen pinturas apropiadas para exteriores, su uso es, principalmente, para interiores.
Se utiliza en superficies limpias, secas y resistentes. Dependiendo de la superficie, puede que haya que diluirla en un poco de agua. Después, podremos pintar como con cualquier otra pintura.